El hotel está ubicado en la cordillera de la región de Ñuble, a 600 km de Santiago y 80 km de Chillán.
Su entorno, rodeado de un bosque milenario y cerca de las pistas, lo hace ideal para quienes buscan adrenalina o relajo.
Ofrece dos tipos de habitaciones distribuidas en dos plantas, dos piscinas de agua termal, un bar variado, un restaurante gourmet y un spa con masajes y tratamientos.
Funciona todo el año y es una opción para todo tipo de público.